Óleo sobre lienzo 60x46 cm.
La luna es un símbolo celestial y uno de los doce símbolos de soberanía en la autoridad imperial. En el símbolo del Yin y el Yang, por ejemplo, representa la parte pasiva, mientras que el sol representa la parte activa.
En la astrología occidental, se dice que la luna representa la naturaleza emocional del individuo, que caracteriza al niño interior que todos llevamos dentro e incluso el pasado, nuestro pasado y como este nos transforma con el tiempo en lo que somos actualmente.
En los jeroglíficos del antiguo Egipto es donde encontramos los primeros escritos en los que se describe el efecto de la luna sobre los seres humanos y los egipcios antes de adorar al sol como máxima figura, adoraban a la luna.
Isis era la diosa que simbolizaba la luna y sobre su cabeza hay una enorme luna entre dos cuernos de vaca, también simbolizaba la naturaleza y la maternidad.
Por último, los egipcios también relacionaban la luna con los gatos, los gatos veían en la oscuridad y la luna, era una luz que atravesaba la oscuridad de la noche.
Si continuamos investigando nos encontramos con esta bonita leyenda sobre el sol y la luna:
A María Kodama
Hay tanta soledad en ese oro.
La luna de las noches no es la luna
que vio el primer Adán. Los largos siglos
de la vigilia humana la han colmado
de antiguo llanto. Mírala. Es tu espejo.
Jorge Luis
Borjes
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